El 16 de agosto de 1869, en las últimas acciones de la Guerra de la Triple Alianza, al menos 3500 niños menores de 15 años, disfrazados de soldados, fueron asesinadas por el ejército brasileño mientras imploraban por sus vidas.

Hace 154 años Paraguay fue el escenario de Acosta Ñu, «una de las más terribles batallas de la historia militar del mundo».

Acosta Ñú fue una de las más terribles batallas de la historia militar mundial, ocurrida en el año 1869. De un lado estaban los brasileros con 20.000 hombres, del otro, en el medio de un círculo, los paraguayos con 3.500 soldados de entre 9 y 15 años y algunos niños de 6, 7 y 8 años.

Esta batalla es el símbolo más terrible de la crueldad de esa guerra: los niños de 6 a 8 años, en el calor de la batalla, aterrados, se agarraban de las piernas de los soldados brasileros llorando, pidiendo que no los maten. Pero a pesar de las suplicas, eran degollados en el acto.

Escondidas en la selva próxima, las madres observaban el desarrollo de la lucha. Muchas empuñaron las lanzas y llegaron a comandar grupos de niños en la resistencia.

En el final de la batalla los paraguayos fueron derrotados. Por la tarde, cuando las madres vinieron a recoger a los niños heridos y enterrar los muertos, el Conde D´Eu (brasilero) mandó incendiar la maleza. En la hoguera se veían niños heridos correr hasta caer víctimas de las llamas.

La resistencia en Acosta Ñú y el sacrificio de esos niños muestran como la guerra se tornó implacable, como así también la conciencia máxima de la defensa de la nacionalidad, la lucha extrema por la independencia nacional, llegando al “suicidio” de un pueblo que no quiso rendirse para no perder la libertad. Esa libertad en el Paraguay de la época no era una palabra abstracta sino que correspondía a un concepto práctico: el derecho a la tierra, a la alimentación, y a la independencia del país.

El historiador paraguayo Andrés Aguirre propuso que el 16 de agosto sea el día del niño en el Paraguay, en homenaje a los niños de Acosta Ñú. Hay un movimiento para que la OEA reconozca ese día como el día del niño en América.

Basado en el libro Genocidio Americano, de Julio José Chiavenato.