Durante el quinto día del Novenario de la Virgen de Caacupé, Adalberto Martinez, obispo de la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo, pidió no estar indiferentes ante los «desalojos inhumanos» de los cuales son víctimas los indígenas y campesinos.

La homilía de la misa matutina del Novenario a la Virgen de Caacupé estuvo a cargo del monseñor Adalberto Martínez, quien también es administrador apostólico de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

El obispo de la Diócesis de Villarrica afirmó que el país necesita de comprometidos con Cristo.

“Es necesaria una conversión para que la sociedad paraguaya -con mayoría católica por sustrato cultural, profundamente devoto de la Virgen María- supere la inequidad social estructural, los vicios de corrupción, de la impunidad, del individualismo egoísta, la codicia que margina, excluye y mata al prójimo por falta de salud, educación, tierra, techo y trabajo”, expresó.

El integrante del episcopado paraguayo reiteró el rechazo de la Iglesia hacia los desalojos de indígenas y campesinos. Pidió que sus derechos no sean perjudicados en favor de los poderes económicos.

“No podemos quedar indiferentes ante el dolor de nuestros hermanos indígenas, campesinos, que han sufrido desalojos inhumanos en estos días. Pedimos que se proteja la vida de los vulnerables, asegurando que sus reclamos legítimos o en sus disputas por conflictos de propiedad estos no sean perjudicados y postergados a favor del poder económico de otros”, dijo.

Urge el diálogo social

Adalberto Martínez lamentó, además, que en el país haya una sociedad “polarizada, dividida, confrontada, con actitudes sectarias que impiden la consecución del bien común”. Apeló al diálogo en la sociedad y dentro de la propia Iglesia, para buscar un mejor Paraguay.

“Junto al papa Francisco, les invito, hermanas y hermanos laicos, que no queden indiferentes a las cosas públicas, ni replegados dentro de los templos, ni esperemos las directivas y consignas eclesiales para luchar por la justicia”, agregó

Por otro lado, Martínez hizo un llamado a que los cristianos practiquen los valores y principios de Cristo dentro de los cargos públicos que les pueda tocar ejercer, así como en el mundo de las empresas, finanzas, medios de comunicación, deportes y otros ámbitos.

El obispo de la Diócesis de Villarrica no desaprovechó la ocasión para destacar las bondades de la beata paraguaya Chiquitunga, quien en su vida laical “iluminó el camino de muchas personas”

Vocación misionera de los laicos, fue el lema del quinto día del Novenario a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé y como invitados estuvieron los integrantes de las fuerzas policiales.

Esta no es la primera vez que la Iglesia Católica expresa su preocupación por los desalojos de campesinos e indígenas que se han incrementado durante los últimos meses en todo el país.

Fuente:UH