El monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, presidió este lunes la homilía en el marco del novenario a la Virgen de Caacupé, manifestando que la corrupción es la síntesis de los pecados que atropellan la dignidad humana, por lo que pidió «purificar nuestras instituciones».
En el último día del novenario, con el tema «El laico en la búsqueda del bien común en la defensa de la dignidad humana», monseñor Valenzuela expresó que la defensa de la dignidad de las personas parte de la tarea de los fieles cristianos laicos, a quienes se dirigen los temas de reflexión de este año.
«Hoy usamos la corrupción para sintetizar varios pecados de violencia e injusticia, desigualdad, opresión y manipulación tan potentes, que actúa en nuestro país tanto en los gobernantes como en los gobernados. ¿Quiénes nos liberarán de esta oscuridad moral en que fuimos a caer como país?», reflexionó el religioso.
En ese sentido afirmó que la defensa de la dignidad humana, de la familia, del trabajo y la vivienda, la promoción de la educación y la cultura, la defensa de la casa común, forman parte de la tarea de los fieles cristianos laicos.
«Es la hora de organizarnos mejor, purificar nuestras instituciones políticas, sociales, económicas, religiosas para que toda persona humana sea defendida en su dignidad», dijo. En esa misma línea se pronunció en contra del aborto, la eutanasia, al trabajo sin salario justo, a la explotación y trata de personas, así como contra la violencia contra los pobres.
Con la misa de este lunes se completa el novenario en honor a la Virgen de Caacupé, cuya fecha de celebración principal es este 8 de diciembre. En estos días se espera una afluencia de más de 500.000 personas peregrinando hasta la Basílica de Caacupé.