El licenciado Isaac Ferreira inició una huelga de hambre el pasado viernes para exigir al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) la reposición en su cargo como director de la Escuela Básica N° 5489 Lomas Valentinas. Ferreira había sido comisionado en la Supervisión zonal tras la toma del colegio por parte de alumnos y padres, quienes denunciaron supuestas irregularidades y autoritarismo en su gestión.
El conflicto comenzó en septiembre del año pasado, cuando un grupo de padres y estudiantes tomó la escuela, acusando a Isaac Ferreira de maltratar a los alumnos y de beneficiar a ciertos familiares. Ferreira niega las acusaciones y asegura que las molestias comenzaron cuando intentó exigir una investigación por parte de la Fiscalía y del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
Asimismo, Ferreira asegura que, al asumir su cargo como director, comenzó a transparentar los fondos recibidos a través del programa de gratuidad, lo que habría causado molestias entre algunos docentes, quienes, según él, se vieron afectados por el control de los recursos.
Ferreira contó que tras la toma del colegio, solicitó su traslado a la Supervisión zonal y que se iniciará un sumario para esclarecer las denuncias. En su lugar, asumió como encargada de despacho Victorina Caballero, quien contaría con apoyo político para permanecer en el cargo sin concurso.
Durante su tiempo en la Supervisión, Ferreira dijo que detectó supuestas irregularidades y empezó a cuestionar ciertos procedimientos administrativos. Ante esta situación, dijo que le ofrecieron un cargo como coordinador pedagógico en la Escuela 3615 Virgen de Caacupé, situada a 50 kilómetros de su casa, que él no acepta.
El docente adelantó que se mantendrá en su postura hasta obtener una respuesta clara y una resolución sobre su situación laboral.
La supervisora Perla Andrea Bogado aseguró que el director Isaac Ferreira tuvo conflictos con los padres de familia por designar a su esposa como maestra interina, a su hermano como responsable de la cantina y a su cuñada en el comedor escolar.
Según Bogado, los padres convocaron a varias reuniones para exigir una explicación, pero Ferreira supuestamente no se presentaba y los maltrataba en los grupos de WhatsApp, lo que derivó en la toma del colegio.
Para resolver el conflicto, le permitieron al director trasladarse a otra institución con su esposa, pero mientras se definía qué institución lo recibiría, estuvo comisionado en la Supervisión. Finalmente, luego de algunos meses, asumió en la Escuela Torocuá’i, de Ñacunday.
Posteriormente, al intentar regresar a su puesto original, comenzaron nuevamente los problemas al no ser aceptado por la comunidad.
Fuente: ABC
