Los 4.013 kilos de cocaína decomisados en el puerto privado Caacupemí, en el marco del operativo Dulzura, fueron quemados en un pozo especialmente preparado, con presencia de una comitiva interinstitucional.
El procedimiento se realizó bajo anticipo jurisdiccional de prueba en las instalaciones de la Secretaría Nacional Antidrogas en Chaco’i, con la presencia del agente fiscal interviniente, Alejandro Cardozo; el juez penal especializado en crimen organizado, Osmar Legal, y el titular de la SENAD, Jalil Rachid.
Los agentes antidrogas decidieron recurrir al horno que utilizan generalmente para este tipo de diligencia y prepararon otro para esta ocasión.
Rachid indicó que apuraron la destrucción, ya que era peligroso que la carga permanezca en la base de operaciones de la Senad en Asunción.
La carga estaba oculta en bolsas de azúcar transportadas en contenedores, que tenían como destino a Amberes, Bélgica, pero fue decomisada durante un operativo realizado por agentes de la Senad, la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios y del Ministerio Público.