Incertidumbre. En Venezuela puede ocurrir cualquier cosa, desde la asunción al mando del candidato legítimamente electo, Edmundo González Urrutia, hasta la del perdedor Nicolás Maduro Moros, cuya victoria en las elecciones de 2018 no dejó de ser cuestionable, quien con el respaldo de las instituciones armadas, cualquiera sea sus consecuencias internas y externas, piensa permanecer en el Palacio de Miraflores.
El voto dio razones a González Urrutia; las armas, a Maduro Moros.
Las redes sociales, la gran tribuna electrónica de todo el mundo, contienen miles de informes diarios sobre los sucesos en Venezuela, pero es necesario tener cuidado con los vídeos y audios publicados ya que están generalmente contaminadas de pasiones.
Paraguay, a la fecha, carece de relaciones diplomáticas con el gobierno de Maduro Moros, que culmina el 10 de enero.
Se mencionan situaciones casi inverosímiles en el panorama social y político de Venezuela, como la de la supuesta próxima participación de un ejército privado que va por la captura de Maduro Moros.
También se expuso en las noticas que podrían darse la traición de los leales del dictador por lo que este, incluso, se rodea de milicianos.
Tampoco hay certeza ni la hora ni el lugar donde González Urrutia y Maduro Moros realizarán sus respectivos actos de asunción al mando.
Tampoco se tiene certeza de la venida de los invitados especiales de Maduro Moros, aunque los ex presidentes que acompañan a González Urrutia adelantaron que ingresarán con él a Venezuela, a pesar de la advertencia de la dictadura de caer presos y juzgados por el tribunal venezolano.
A cuarenta y ocho horas del día clave, en fin, nada concreto hay sobre los actos de asunción al mando en sí, solo rumores, amenazas, movilizaciones populares en las calles, algunos incidentes en Caracas.
