La reducida población penal del nuevo Centro de Reinserción Social de Minga Guazú protagonizó un amotinamiento este lunes. Tras la intervención de agentes policiales hubo un diálogo con el director y se logró controlar la situación. La molestia de las personas privadas de libertad (PPL) es la falta de acceso a celulares y supuesta mala calidad de los alimentos.

Un total de 36 de las 40 personas privadas de libertad del Centro de Reinserción Social de Minga Guazú protagonizaron un amotinamiento, esta mañana. Los internos protestaron por la supuesta mala calidad de los alimentos, además de la falta de uso de teléfonos celulares.

Este lugar de reclusión solo alberga al primer grupo de personas privadas de su libertad que fue trasladado del antiguo penal de Ciudad del Este. La mudanza se realizó en mayo pasado y se espera una segunda tanda de traslados.

Agentes policiales del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Dirección de Policía de Alto Paraná a cargo del director, comisario Feliciano Martínez, y personal de la comisarías cercanas acudieron al centro de reinserción para controlar la situación. Se tuvo que reforzar la seguridad tanto dentro como en las inmediaciones.

Una vez que se calmaron los ánimos hubo un diálogo con los internos y el director del centro, Julio Careaga, con lo que se logró que se levante la medida. Tras esto se hizo un cateo en las celdas no encontrándose ningún elemento prohibido pero sí daños materiales como luminarias y cámaras de circuitos cerrados rotas.

Busca dar solución a grave superpoblación de internos

El nuevo centro de reinserción busca dar solución a la grave superpoblación del penal de Ciudad del Este que alberga más de tres veces de su capacidad. Esto genera pésimas condiciones de salubridad, seguridad e incluso salud mental.

En la primera fase de la mudanza, el Ministerio de Justicia seleccionó a internos con predisposición, teniendo en cuenta el perfil criminológico, psicológico, sanitario y la conducta. Sin embargo en la segunda tanda se pretende trasladar a las personas privadas de libertad (PPL), con un perfil más complicado.

Fuente: ABC