La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) desplegaron este lunes un procedimiento conjunto que permitió detectar una carga sospechosa y que resultó en la incautación de más de cuatro toneladas de cocaína que tenían como destino el puerto de Amberes, en Bélgica. Por el momento solo un contenedor fue abierto hoy y se espera que mañana martes se verifiquen otros tres.

Según informó el director de Tributaciones, Óscar Orué, el hallazgo se hizo gracias al endurecimiento de los controles sobre este tipo de envíos que tienen alta sensibilidad, además del trabajo de inteligencia de la Senad que recopiló información sobre la preparación de un envío grande desde algún puerto.

En sentido, Orué señaló que se tienen en cuenta los productos sensibles de contaminación, como en este caso, una carga de 17 toneladas de azúcar, producto que hace más fácil la mimetización de la cocaína y más difícil su identificación. El funcionario se reservó el nombre de la empresa exportadora ante la posibilidad de que la contaminación pudiera haber sido sin conocimiento de los propietarios.

La experiencia indica que los criminales cambiaron su procedimiento tras los resultados del operativo «A Ultranza Py» y otros similares, en los que los envíos se hacían mediante empresas ligadas formalmente a los propietarios de la mercadería ilegal, que permitió llegar la rápidamente a la identificación de gran parte del esquema

Orué explicó que actualmente estos grupos se sirven de cargas de empresas sin antecedentes para contaminarlos reduciendo las sospechas y dificultar la desarticulación del esquema.

La hipótesis de a contaminación también fue señalada por el titular de Senad, Jalil Rachid, que por el momento se maneja con mucha prudencia. De hecho será el Ministerio Público, mediante la investigación, el responsable de esclarecer las cuotas de responsabilidad. Rachid destacó además que la incautación se haya dado en Paraguay y no en el puerto de destino, como sucedía durante el Gobierno anterior y manchaba la imagen del país.

La nueva incautación se da a más de dos años del inicio de la Operación «A Ultranza Py», que significó el mayor golpe a una estructura criminal que exportaba cocaína andina por vía marítima a través del puerto de Amberes, calificado por algunos especialistas como la zona más «débil» de los controles para ingresa al viejo continente.

Lejos de haberse debilitado, el negocio está más floreciente que nunca, como lo reveló un informe de la organización internacional Insight Crime que había señalado que, pese a un crecimiento exponencial de la producción de esta droga en 2023, Paraguay y Uruguay habían presentado un importante descenso de las incautaciones, lo que solo podría indicar un aumento de la corrupción en los entes de control.