Robert Francis Prevost decidió llamarse igual que Gioacchino Vincenzo Raffaele Luigi Pecci, conocido como León XIII. Nombre que representa un fuerte arraigo en la historia del Vaticano. La elección del nombre es como una declaración de intenciones que dice mucho de un Pontificado.
Hay que remontarse a finales del siglo XIX para encontrar el ejemplo más reciente de un papa llamado León. El pontificado del romano Gioacchino Vincenzo Raffaele Luigi Pecci, duró 25 años, entre 1878 y 1903. Desde el inicio de su mandato se preocupó por mejorar las bases intelectuales del clero.
Fue un experto latinista y nombró a cuatro cardenales que se dedicarían exclusivamente a los estudios. Sus primeros años como sucesor de San Pedro estuvieron marcados por la fundación de un instituto para el estudio de la Filosofía y la Teología, centros de estudio de las Escrituras y un centro astronómico. Además, fue pionero en abrir los archivos del Vaticano tanto a los estudiosos católicos como a los no católicos.
Vivió sin lujos y de manera simple, durante su Pontificado, algo muy parecido a cómo vivió Francisco. Su largo tiempo como líder espiritual de la Iglesia, estuvo marcado por un acercamiento de la Iglesia a las realidades del mundo moderno. Prestó atención al movimiento obrero con una gran encíclica social e inauguró el ministerio social de la Iglesia.
Todo esto podría haber sido determinante para que Prevost eligiera el nombre de León. Se podría decir que la elección del nombre es toda una declaración de intenciones y una señal del tipo de liderazgo que va a ejercer como Santo Padre y también como jefe del Estado Vaticano.
Fuente: Hola.com