Una gavilla de entre cuatro a cinco hom­bres asaltó el sábado por la tarde (15:35) a una cons­tructora de empedrados. Lle­garon portando armas largas y en el sitio se encontraban el encargado haciendo el pago al personal y a la vez unos cua­tro trabajadores. Fue en un tinglado ubicado en el barrio Las Carmelitas, en el km 5,5, detrás del polideportivo de la UPE.

Fue víctima Jorge Miguel de Jesús Díaz Careaga (37), fun­cionario de la empresa New Sol, constructora de empe­drados. El mismo recibió una herida de refilón en la cintura y fue derivado al Hospital Tesãi, de donde fue dado de alta al final de la tarde. Los asaltantes llegaron cubiertos con pasa­montañas y tenían acento por­tugués cerrado, según relata­ron las víctimas al personal policial interviniente. Redu­jeron a todos y se apoderaron del dinero encontrado y cua­tro aparatos celulares. Habían llegado a bordo de un automó­vil Toyota Corolla, color plata, Chapa BOL 320 Py, que luego fue encontrado incinerado a solo unos 100 metros del lugar donde se cometió el asalto.

La numeración de la chapa del auto quemado corresponde a un automóvil Nissan Sunny, color azul, año 2003, denun­ciado como extraviado, según el Registro Único del Automo­tor. Tras cotejarse el número de chasis del rodado incen­diado se pudo constatar que fue denunciado como hur­tado en la Comisaría 2.ª, del barrio Ciudad Nueva, el 17 de agosto de 2023, a las 21:30, por parte de la víctima Ramona Alfonzo López. El comisa­rio Jorge Aníbal López, jefe de la Comisaría 23.ª, dijo a La Nación/Nación Media que la víctima no se presentó a rea­lizar la denuncia formal ante la sede policial, como debía haber sido, y desconoce si se presentará directamente ante el Ministerio Público o no. Explicó también que por eso no tiene el monto específico del dinero llevado, más allá de lo que extraoficialmente se menciona.

Explicó igualmente que recién al encontrar el vehículo incen­diado los agentes se enteraron de que hubo un asalto y robo previo. Agregó que les llamó la atención la quema del vehí­culo a solo cien metros del lugar del asalto. El comisa­rio López manifestó que no se descarta como un hecho para desviar la atención, por­que en ese momento se reali­zaban transporte de caudales por las rutas.