El repunte en la cotización del real (moneda de Brasil) frente al dólar americano propicia mayor movimiento en el comercio fronterizo en esta capital departamental y permite generosas ventas para los comerciantes. No obstante, la inseguridad sigue siendo una de las principales preocupaciones de los trabajadores del microcentro esteño.
La buena cotización de la moneda brasileña frente al dólar estadounidense (4,89 reales por dólar en el arbitraje) alienta una mayor afluencia de turistas compradores provenientes de Brasil. Los empresarios y comerciantes fronterizos cierran julio como uno de los meses más productivos del año.
“Julio fue el mes de la recuperación del comercio. Real estable y mejorando con el dólar, final de vacaciones, hoteles llenos en las Tres Fronteras, tiempo estable, muchas ofertas; ayuda muchísimo al movimiento comercial”, dijo Charif Hammoud, directivo de una conocida tienda y del Centro de Importadores de Alto Paraná.
El repunte del real, además de alentar una alta afluencia de turistas, implica el incremento del poder de compra de los visitantes brasileños, que beneficia tanto a grandes tiendas como a pequeños comerciantes.
Para Carlos Álvarez, la fortaleza de la moneda de Brasil ayuda a los comerciantes. “Siempre que el real está fuerte viene más gente, dependemos mucho de los brasileños. Si el dólar puede bajar un poco estaría mejor, pero con el real así estamos bien”, reflexionó en su local comercial.
El movimiento comercial creció este julio el doble en comparación con meses anteriores, según dijo un comerciante que está en una casilla de la avenida Adrián Jara desde hace 38 años.
Falta seguridad
La seguridad es un aspecto a ser mejorado en el circuito comercial de Ciudad del Este para ofrecer, además de buen precio, tranquilidad a los visitantes extranjeros, según los comerciantes consultados.
La preocupación principal apunta a la presencia de los denominados “pirañas” (falsos captadores de clientes), quienes con promesa de altos descuentos llevan a los visitantes hasta ciertos sectores del microcentro para ser extorsionados, estafados, asaltados y hasta secuestrados.
“Pienso que lo que se podría hacer es que se les oriente más a los turistas, para que no sean engañados por las pirañas. Eso daña la imagen de la ciudad”, indicó un comerciante.
Entretanto, otra preocupación que conspira para mejorar la experiencia de compra en Ciudad del Este son las largas filas de vehículos para cruzar el Puente de la Amistad, que conecta el municipio esteño con Foz de Iguazú (Brasil).
“Siempre esperando y soñando con la apertura del Puente Integración (que une Presidente Franco con Foz), que debe ayudar mucho a solucionar el problema del tráfico sobre el Puente de la Amistad, que lleva dos horas para entrar y una hora para salir de Paraguay”, dijo Hammoud.
Fuente: Primera Plana